02 agosto 2018

Perder

Es ese vacío infinito que se forma en el esternón y se expande hacia arriba, hasta las sienes, hirviendo.
Es un pedazo de cuerpo arrancado a sangre fría, sin aviso.
Es el dolor al hablar porque hay palabras entrelazadas, anudadas, ferozmente no dichas que yacen en la garganta.
Es un vértigo profundo anidado en cada arteria y cada músculo.
Es un millar de noches sin sueño con ojos ardiendo y dientes apretados.
Es sangrar, llorar y esperar con resignación que pase.